Tanto en presentaciones de nuevos dispositivos, en conferencias o ferias, así como también en la búsqueda de características para poder comparar dispositivos para adquirir la mejor opción, nos centramos en unos pocos datos.
El tipo de pantalla, la batería y su duración, la memoria interna, memoria RAM y por sobre todo la calidad de las cámaras son las prioridades de búsqueda. Se podría decir que son los principales criterios por los que se juzga un dispositivo en nuestros días.
Sin embargo, hay que aclarar que hay un aspecto que hasta los más curtidos pasamos por alto, ignorándolo, subestimándolo o simplemente no lo vemos porque ni siquiera en las presentaciones se habla de él. Nos referimos a la velocidad del terminal para cargar y descargar información en la banda 4G o LTE.
Pero, ¿qué es el 4G o LTE?
El LTE es un acrónimo para las palabras inglesas “Long Term Evolution”, el cual surge con el objetivo de cubrir la demanda de usuarios que requieren de una mayor velocidad para subir y descargar datos a través de una conexión mucho más estable. Por otro lado, el LTE es un estándar menos complejo y mucho más barato que además asegura la competitividad de su predecesor el 3G frente a la aparición de nuevos estándares.
Características
Podemos resumir las características del LTE en 3 aspectos principales. Empezamos por las tasas de descarga y subida, que es lo más llamativo de esta banda. El LTE es capaz de mantener una fluidez extremadamente estable que permite la circulación de tasas de bits con muy baja latencia y en cantidades simplemente rompedoras si la comparamos con las bandas previas. De hecho, con la banda LTE normalmente se conseguirá una tasa de descarga y subida que alcanza los 173 Mbps y 86 Mbps respectivamente siempre por debajo de la latencia normal de 10 ms. Por si fuera poco, cuando las condiciones técnicas están por encima de la media, es decir, presencia de más antenas en la estación base y en el dispositivo, la banda 4G es capaz de alcanzar los 300 Mbps de bajada.
Otra de las características definitorias del LTE es que supone una complejidad técnica de despliegue mínima. Esto es debido a que sus servicios sólo conmutan paquetes, por lo que otras tareas como SMS o llamadas seguirán siendo responsabilidad de las redes GSM, centrándose el 4G en las actividades que se rigen por una IP (Whatsapp, Skype, etc). Esto supone que las operadoras incurren en un gasto de infraestructuras realmente mínimo y sumamente eficiente.
Por último, la tercera característica definitoria del LTE es que evita la fragmentación de los terminales a causa de la duplexación a la que se someten nuestros terminales al utilizar varias zonas del espectro. El LTE ayuda a ordenar y clasificar la navegación de nuestros dispositivos sin incurrir en el sobre esfuerzo por funcionar en cada banda que se haga necesaria.
Categorías LTE
Para poder ejercer un mayor control sobre las bandas LTE, el grupo 3GPP (padre del 4G), realizó una clasificación por niveles para equipos usuarios de esta banda en función de las velocidades de descarga y subida de información a la misma. En 2008, que fue cuando se inició, sólo incluía 5 niveles. Sin embargo, hoy en día la clasificación parte desde el nivel 0 hasta el 16. El viaje a través de estos 17 niveles es claramente ascendente como podemos apreciar en la siguiente tabla.
Destacamos el primer nivel (0) que halla lugar en esta tabla solamente por la existencia de dispositivos que requieren una velocidad normal pero se benefician del bajísimo gasto energético en el que incurren los aparatos al navegar en bandas 4G.
Los mejores dispositivos
Evidentemente las mejores tasas de interacción con el LTE las alcanzan los gama alta del mercado, sin embargo, no todos. Sólo 7 dispositivos se ganan la mención en este apartado.
Empezamos por el más bajo, el Huawei P10. Es importante relacionar la velocidad del dispositivo con la administración de tareas, la cual influenciará activamente la capacidad de interacción con la banda de navegación. Es por ello que hay que darle especial crédito a su procesador, un Kirin 960 que hace más que suficiente para alcanzar el nivel 9 del LTE, alcanzando los 450 Mbps de descarga y los 100 Mbps de subida. Esto, aunque sorprenda, es un dato que supera claramente a los rendimientos obtenidos del iPhone 7 y su versión Plus, de hecho iPhone no da la talla para entrar en esta lista.
Dictadura del Snapdragon
A partir de ahora, comienza el monopolio absoluto de los procesadores Snapdragon. Qualcomm diseña estos centros de procesamiento con el objetivo de responder en tiempo real al nivel de un ordenador alcanzando, sin sufrir, diseños que se mueven en los 64 bits, favoreciendo cualquier tipo de actividad que requiera de fluidez. De esto viene su tremendo protagonismo y calidad para trabajar con las bandas 4G.
Comenzamos con un triple empate en el nivel 12, en donde se alcanzan los nada despreciables 600 Mbps de descarga a la vez que se pueden subir 150 Mbps. Aquí nos encontramos con el rompedor LG G6 que utiliza un Snapdragon 621, el OnePlus 5 y el Nubia Z17, ambos con el Snapdragon 835 que entre sus componentes cuenta con el Snapdragon X16 LTE modem que le permite al procesador, en teléfonos superiores, alcanzar incluso el Giga de descarga.
En el nivel 15 tenemos en solitario al HTC U que puede alcanzar los 800 Mbps de descarga aunque disminuye considerablemente la velocidad máxima de subida. Por último, nos encontramos con los reyes de la colina, el Samsung Galaxy S8 y S8+ y al Sony Xperia XZ Premium, ambos con el Snapdragon 835. Sin embargo, a diferencia de los 3 modelos anteriores, estos sí que poseen el hardware y software necesario para exprimir al máximo las cualidades de este bestial procesador.
El LTE en su máxima expresión.
La velocidad que los dispositivos en la banda 4G depende de muchos factores tales como el procesador del mismo, el módem que complemente al dispositivo o la propia calidad de la señal aportada por el operador que suministre el servicio.
Es en este factor donde entra el problema actual: los dispositivos más modernos vienen preparados para alcanzar velocidades de interacción sumamente rápidas, sin embargo, las operadoras no han aportado los medios ni el interés para estrujar al 100% dichas capacidades. Esta realidad plantea el problema de que, en España por ejemplo, Vodafone y Orange están a la cabeza del 4G ofreciendo conexiones que como mucho, se aproximan a los 300Mbps en determinadas zonas, normalmente urbanas y en las que representa picos puntuales y difícilmente una velocidad alta constante.
En el MWC de este año, Orange experimentó con la banda 4G presente en dicho evento. Jugando con los parámetros de las bandas 1800 y 2600, agregándoles 20MHz a cada una, consiguió, en ese entorno tremendamente saturado por la congregación, que se alcanzaran los 700 Mbps de descarga. Este hecho permite estimar que en un medio mucho menos saturado y libre de improvisación a causa de las condiciones del ambiente, la banda 4G podrá llegar a Giga de descarga por segundo de manera fácil y estable.
Tener 1Gbps, ¿Recurso inútil?
La realidad es que como demuestra el experimento de Orange, las bandas 4G que permiten descargar 1GB por segundo están a punto de establecerse, pero, ahora mismo no lo están. Estamos presenciando, por tanto, un combate entre fabricantes, que dotan a sus dispositivos de características y posibilidades que realmente adelantan las innovaciones en determinados puntos.
En este caso podemos decir que el uso de dichas cualidades está capado ante la falta de medios en nuestro entorno y conectividad. Evidentemente, la exploración de mejoras increíbles en los fabricantes de dispositivos móviles, también impulsa la competencia de las operadoras que querrán ponerse el broche de ser la primera en ofrecer total cobertura a las prestaciones de los móviles más potentes, alentando también la adquisición de los mismos.
Es por ello que, a día de hoy, se podría decir que contar con un terminal capaz de colocarse por encima del nivel 7 de la banda 4G es algo un tanto inútil, aunque hay que tomar en cuenta que se estima que a finales de este año, las operadoras comenzarán a instalar las infraestructuras necesarias para poder disfrutar de niveles superiores.
Esto es de suma importancia si estamos a punto de adquirir un nuevo teléfono, ya que contar con esa prestación puede ser de gran utilidad en muy poco tiempo, sin tener que adquirir otro para poder acceder a la banda más veloz que tendremos en los próximos años, hasta el surgimiento del 5G.