El ritmo de vida actual nos fuerza a todos a tener un teléfono móvil con todos los equipamientos que sean posibles, entre ellos, la cámara. Sin embargo, aun cuando todos utilizamos estos dispositivos y el sacar fotografías es algo cotidiano, nos dejamos llevar por la idea de que la cámara, solo por tener una determinada composición, sacará buenas fotos sin tener que aplicar otros trucos por lo que probablemente no estemos sacando todo el rendimiento que nuestra cámara tiene para ofrecernos. Algunos ajustes y métodos, que aplicados correctamente al momento de sacar fotografías, serán todo lo necesario para que tu móvil consiga imágenes que alcancen resultados iguales a los de una cámara profesional.
Pero, ¿cómo lo se consigue?
Luz
Para empezar, hay tener muy en cuenta la iluminación ya que de ella dependerán todas las características de la imagen que vayas obtener. Definición, contrastes, relieves y profundidad se obtienen siempre utilizando la luz disponible. Hay que ser muy inteligentes en el posicionamiento que adoptemos al tomar la foto en referencia de la luz, debiendo buscar siempre dar la espalda a la fuente de iluminación, de esta manera obtienes un escenario para tus capturas con la mejor iluminación que puedes obtener de tu entorno.
Otro de los motivos por el que debemos darle la espalda al sol es para evitar sobre iluminar las imágenes hasta el punto de quemarlas: sacar fotos a contraluz puede ser un juego interesante para obtener sombras y siluetas anónimas pero, en líneas generales, mezclar sombras con un toma directa de la fuente de iluminación solo nos perjudicará, disminuyendo la cantidad de colores que se emplearán y, además, los colores que aparezcan se mostrarán oscuros, saturados y con baja calidad, independientemente de la cámara, aunque obviamente la calidad de la misma incide también en lo desastrosa que pueda llegar a ser esta combinación.
Habrá que valorar, al momento de jugar con la iluminación, las otras herramientas que tenga el dispositivo, que son la presencia del HDR y de la capacidad para jugar con los valores ISO. El filtro HDR es un mecanismo que pasa la captura por tres filtros diferentes para mezclar los resultados en una única fotografía en la que se plasmarán las zonas mejor iluminadas y definidas obtenidas en cada filtro. La presencia de esta tecnología te permitirá optimizar los resultados de tus fotografías, sacando lo mejor de las condiciones lumínicas que contextualicen la imagen aunque, como es obvio, será en condiciones de buena iluminación, como lo es durante el día, cuando se obtendrán resultados increíbles.
Los valores ISO consisten en una escala que mide la sensibilidad de la cámara para filtrar la luz del entorno. Dicha escala puede ser modificada, aunque suele venir predeterminada de manera automática, por lo que para obtener resultados asombrosos, habrá que pasar al modo manual y estar atentos para cambiarla en función de las condiciones del entorno, subiendo la sensibilidad durante la noche o en interiores mal iluminados, y al contrario cuando el entorno nos dé luz más que suficiente. Si jugamos con estos parámetros, también habrá que tener cuidado con pasarnos, ya que si aumentamos la sensibilidad de la cámara, provocaremos una presencia intensa de ruido en las imágenes que obtengamos, mientras que si bajamos mucho la sensibilidad, se obtendrán fotos oscuras y con apenas profundidad.
Zoom con cámara
Hay estudios que indican que la visión humana es equivalente a un 50mm. Si analizamos este dato notaremos que si determinadas cosas nos parecen lejanas, para la lente de nuestros dispositivos que es de 24mm, están aún más distanciadas y empequeñecidas a su percepción.
En una cámara normal, la lente tiene el espacio necesario para poder desplazarse y realizar un zoom focal con resultados de más realistas y menos desenfocados. Esta es una debilidad en los teléfonos móviles ya que en ellos siempre se busca el grosor mínimo, por lo que las piezas de sus cámaras no poseen la habilidad de desplazarse, de hecho, son fijas y con una apertura amplia que no se puede modificar. Esto conlleva que no hay zoom óptico sino que digital. El zoom digital recorta, elimina e interpola pixels para simular el aumento de la imagen aunque normalmente lo hará con resultados realmente pobres, llevando a pixelar la imagen, o en el mejor de los casos, conseguir colores claramente más apagados y ocres.
Es por ello que debes intentar siempre no utilizar el zoom, de esta manera la imagen podrá estar completamente íntegra y sin desfavorecer, lo cual se agradece muchísimo en labores de retoques digitales posteriores. Acercarte al objetivo todo lo posibles es el mejor zoom que puedes hacer con tu teléfono.
En la siguiente fotografía podemos ver primero, la imagen principal, seguida del zoom digital y luego el zoom óptico. Se puede apreciar sin ninguna duda la baja calidad del aumento digital en relación al óptico que pareciera no perder nada de calidad.
Modo manual
Cuando utilizamos el modo automático de nuestra cámara, esta se ajusta a unos parámetros promedio y predeterminados que realmente no se adaptan al escenario, simplemente ejecutan sus normas sin optimizar los recursos del entorno ni los de la propia cámara.
Quizás el modo manual presenta la obligación de tener que adaptar constantemente los parámetros en función de los resultados que quieras obtener de la captura que vayas a realizar, pero al final, las imágenes que se consiguen a través del modo manual tienen una calidad y características muy por encima del modo automático cuando se saben ajustar los parámetros adecuadamente. Un poco de práctica será más que suficiente para dominar esta actividad y tener resultados que poco a poco se irán haciendo notorios y muy cercanos a imágenes de cámaras superiores a los 2000€.
Planos y otros trucos con la cámara
Podríamos considerar este punto como una extensión del zoom, la calidad de la foto no consiste únicamente en conseguir en imágenes con buenos colores y que bien enfocada, sino que también influyen los efectos de profundidad, cercanía, iluminación y contrastes.
Uno de los trucos más populares en las fotografías con cámaras de teléfonos móviles, es el uso de los primeros planos: un elemento protagonista en medio de la imagen que se contextualiza en un fondo que resalta su presencia. La correcta selección de dicho elemento tendrá en cuenta aspectos como su propio color y los del fondo, para conseguir notoriedad y nunca mimetismo.
También habrá que tomar en cuenta que debido a la inmovilidad de las piezas que conforman la cámara del teléfono, los angulares de la misma se distorsionarán si al encuadrar elementos para la captura, estos no se encuentran en medio de la imagen, ya que el teléfono intenta concentrarse en el elemento protagonista pero se puede confundir y fallar si este se encuentra a un lado. Otro apartado interesante es tomar en cuenta que el sensor de la cámara incidirá directamente en la profundidad de campo que obtengamos en las imágenes, por lo que habrá que alejar el punto de enfoque (también a causa de la imposibilidad de jugar con la apertura de la lente).
También hay que destacar el cuidado de otros puntos, como por ejemplo el uso de las simetrías: elementos homogéneos sobre un fondo heterogéneo que les hace resaltar, con efectos de profundidad y de contrastes que nos permiten jugar, de manera agregada y con un poco de entusiasmo, con formas geométricas y colores que hagan una composición única. Como en casi todos los casos, un retoque posterior de la foto en programas de edición le dotarán a la misma de un acabado casi profesional. En el caso de los juegos con simetrías y formas geométricas se aplicarán recortes que concentren la imagen en el punto de interés.
Una técnica nacida de las fotos en movimiento es la técnica del barrido: un elemento central perfectamente enfocado y definido sobre un fondo completamente desenfocado, lo cual le dota a la captura una fuerte sensación de dinamismo y movimiento. Estas imágenes se consiguen acompañando al sujeto durante el movimiento y capturando una vez la cámara lo tenga perfectamente enfocado.
En otras ocasiones querremos abarcar escenarios más grandes de los que nuestra lente realmente es capaz de enfocar, por lo que para enfrentar tal cometido, contamos con el modo panorámico. Este efecto consiste en la sucesión de fotografías normales que se unen de manera continuada para crear una gran captura final que abarca la extensión deseada y que de realizarse el procedimiento en condiciones, no habrán errores de pegado en las mismas por lo que se consigue un efecto continuado homogéneo perfecto, como si realmente solo fuese una pieza.
El modo retrato es otra de las búsquedas habituales en la fotografía. Esto se consigue simplemente enfocando el primer plano mientras que el fondo está completamente desenfocado, otorgando total protagonismo al elemento principal. Esta es una actividad realizable tanto de manera automática como manual, que se puede ver intensificada con tonos sepia o blanco y negro, los cuales alteran las escalas de ISO, volviendo a jugar con las condiciones lumínicas.
Un poco de dedicación, intentos y creatividad son todo lo necesario para conseguir imágenes increíbles, no es necesario tener una cámara de alto precio, nuestros móviles tienen lentes que si bien se encuentran limitadas a la estructura que les contienen, con un poco de ingenio nos brindarán rendimientos profesionales que pueden verse realzados con un poco de edición digital posterior. ¿A qué esperas para sacar el potencial de tu cámara?